En la FAST estamos constantemente renovando nuestros equipos para garantizar la máxima eficiencia, seguridad y calidad en cada uno de los pasos de los procesos de producción. La innovación se ha convertido en uno de los elementos claves de nuestra empresa, con el fin de buscar respuestas y soluciones y mejorar nuestros resultados y nuestros servicios.
En ese sentido, la FAST ha incorporado equipos de etiquetado en línea con una numeración secuencial para garantizar el registro de nuestros productos. Así, podremos hacer seguimiento de la calidad de la materia prima de nuestros asociados y proveedores, siempre buscando estar a la cabeza de la innovación en el sector.
También se han ampliado las cámaras de maduración para asegurar el punto óptimo de nuestro producto estrella, el plátano, mejorarando la capacidad de distribución interna a nuestros clientes en Canarias. Se utilizan paletizadoras y flejadoras automáticas para agilizar el empaquetado y traslado de nuestros productos y contribuir a la seguridad en las zonas de trabajo.
Asimismo, nuestra flota consta de nuevos camiones de reparto. Estos, permiten hacer más eficiente la carga y descarga de nuestros productos en los 8 muelles de carga de la FAST en Tenerife. Dos de ellos han sido recientemente inaugurados en La Orotava.
PROCESOS DE SEGUIMIENTO
Pero antes de que lleguen a la sede de esta entidad centenaria, ¿qué recorrido hacen nuestras frutas y hortalizas?
Cada agricultor planta y cultiva nuestros productos de forma respetuosa con el medio ambiente. Una vez que la semilla ya está en la tierra, los cultivos siguen un riguroso proceso de control para garantizar la calidad del producto y minimizar el impacto en el entorno.
Lo primero que se hace es elaborar una planificación de cultivo. De esta forma, se evitan picos o faltantes de producción. Las visitas técnicas revisan el cuaderno de campo y toman muestras de suelo, de agua, de material vegetal y de lo sembrado con el propósito de garantizar condiciones óptimas para su crecimiento.
Poco antes de la recogida de la cosecha, los técnicos toman de nuevo una muestra de fruta u hortaliza. Se analiza para asegurar que no ha habido contaminación cruzada durante su desarrollo y que se han respetado todos los procedimientos exigidos.
Si todos los resultados son aptos, se avisa al equipo de empaquetado y se recolectan los productos, trasladándolos a la nave de la FAST.
Esta rigurosidad en el control, como hemos comentado, es posible gracias a la renovación constante de las tecnologías utilizadas en cada parte del proceso. Para ello, siempre tenemos presente estar a la vanguardia de la innovación, sumado al esfuerzo diario del equipo humano que forma la FAST.
Nuestro personal es imprescindible para que todo funcione, estableciendo cada día sus esfuerzos en agilizar cada una de las fases que recorren los productos. Además, respetando siempre las condiciones de calidad y haciendo de esas nuevas herramientas una manera eficiente de avanzar hacia la excelencia.
